El fin de semana pasado coordinamos una junta con una pareja muy guapa con la cuál ya habíamos compartido anteriormente. Nuestro plan era ir a un lugar privado con hot tub para pasar un rato distinto.
Llegamos al mediodía para aprovechar al máximo el tiempo. Lo único que nos jugó un poco en contra fue el clima. Estaba algo nublado y con alta probabilidad de lluvia. Aunque luego esto lo utilizamos a favor, ya que tener sexo con el sonido de la lluvia es rico.
Vamos a llamar a esta pareja Alejandra y Christian. Como siempre, la privacidad de las parejas y la nuestra es muy importante para nosotros.
Camila estaba vestida con un body de color azul con algunos detalles de otros colores, mientras que Alejandra tenía puesto un vestido color turquesa, bien cortito. Ambas con estilo muy de verano. Aunque el clima no estaba muy caluroso, las chicas querían estar con poca ropa para provocarnos… ¡Y lo hicieron muy bien!
Preparamos unos tragos y algo para comer mientras conversábamos un poco sobre el swinger. Luego de un rato Camila dice que se colocará su traje de baño. Alejandra y Christian se emocionan y dicen que querían verla.
Les dije “¿Quieren ver un poco por adelantado?” Bajé su body para que vieran sus senos… vi como sus ojos brillaban.
Alejandra tenía puesto su traje de baño, así que sólo quitó su vestido. Ella es una chica que mide 1,65 aprox. Delgada, con unas nalgas muy firmes y unos senos no muy grandes pero con muy buena forma, de mis preferidos. Recuerdo que al verla en las redes sociales swinger pensé “Ojalá tenga la oportunidad de estar con ella” y luego de un tiempo esto se cumplió. Mientras que Christian es un chico alto, un poco moreno, muy buena condición física y un aspecto varonil… del estilo que le encanta a Camila.
Las chicas nos dicen que se meterán en el hot tub. Christian y yo seguimos conversando. Queríamos dejarlas a ellas jugar solas un rato. Desde donde estábamos, podíamos ver como se acercaban lentamente. Hasta que Camila se coloca sobre Alejandra y empieza a besarla. Me excitaba mucho ver a las chicas jugar… Esta es una forma increíble de romper el hielo.
Pasaron algunos minutos y las chicas nos llamaron. Ya sin la parte de arriba del traje de baño nos preguntaron si queríamos meternos con ellas. Imposible decirles que no, sólo que Christian estaba atento del asado y pidió esperaran unos minutos, pero que aprovechara yo y las acompañara.
No lo dudé y me coloqué el traje baño. Ellas seguían jugando mientras yo las miraba. Empecé a acariciar las piernas de ambas y las nalgas de Camila. Alejandra me miraba de forma muy provocativa, podía sentir las ganas que tenía por mi también. Ambas me invitaron a jugar. Primero besé a Camila y luego a Alejandra. Empezaron a pasar sus manos por todo mi cuerpo y yo las tomé por la cintura para acercarlas aún más a mí.
Con Camila empezamos a besar los ricos senos de Alejandra. Pasaba una de mis manos por su cuello y la otra por la entrepierna. Ella gemía cada vez más.
Christian se acercó a nosotros y su mirada nos decía que disfrutaba vernos, pero también podíamos sentir su desespero por entrar con nosotros. Camila le dijo que se saldría para acompañarlo, así que me quedé sólo con Alejandra en el hot tub.
Tenía varios días con muchas ganas de poder compartir de nuevo con Alejandra. Ambos generamos muy buena química. Nuestras manos se desesperaban y pasaban por todo el cuerpo. No es muy fácil conseguir una persona con la cuál se sientan tanto las ganas entre ambos.
Besaba su cuello, sus orejas, sus hombros… Pasaba mis manos por sus nalgas y las agarraba con fuerza. Luego tomé sus manos para que no se pudiera mover y mordía sus labios para provocarla aún más. Besé mucho sus senos, ufff ¡Me encantan! Tiene unos pezones muy ricos. A ella le gusta que se los agarre con fuerza mientras se los beso.
Me detuvo y bajó mi traje de baño para masturbarme. Me puse de pie y comenzó a realizarme un rico sexo oral. Yo estaba delirando de placer. Verla me excitaba mucho. Luego se sentó de nuevo sobre mi y rozamos lentamente mientras seguíamos besándonos.
Pasaron unos minutos y decidimos detenernos, aunque seguimos coqueteando. Hablando de cerquita y acariciándonos. Luego volvieron los chicos para decirnos que la comida estaba lista.
Comimos y tomamos un pequeño descanso para luego retomar el juego. El sol se terminó de ocultar y empezó a llover. Colocamos algo de música y nos sentamos en el living. Poco a poco los temas se pusieron más calientes y Camila se sentó junto a Alejandra para empezar a jugar de nuevo entre ellas.
Esta vez ambas se hicieron sexo oral mientras los chicos sólo mirábamos. Era una especie de Blizz. Detallo un poco una de las escenas…
Alejandra estaba sentada sobre el sofá y Camila bajó lentamente por su abdomen, agarró sus piernas y las abrió para hacer sexo oral. Alejandra gemía de placer, pedía más y más. Al mismo tiempo, podía ver el cuerpo completo de Alejandra y a Camila de rodillas en el suelo con sus nalgas hacia mí.
Llegó el momento en el cuál Alejandra me llamó para ir con ella, mientras que Camila se sentaba con Christian. El ambiente estaba super caliente. Estaba lloviendo fuerte y se podía escuchar el agua caer sobre el techo. Parecía algo de película.
Acosté a Alejandra sobre el sofá y besé sus hombros, sus brazos. Poco a poco bajé hasta realizarle un rico sexo oral. Mordía sus muslos, tenía muchas ganas de comermela completa. Le metí mi lengua mientras ella gemía y me agarraba con fuerza por la cabeza, jalaba mi cabello. Le pedí que se colocara en cuatro, quería hacerle sexo oral mientras estaba en esa posición… ¡Qué sexy te ves! le dije.
Me detengo y me pongo de pie. Ella se arrodilla frente a mí y me hace sexo oral. Christian también se colocó de pie y Camila también hacía lo mismo. Ver como las chicas se lo comían completamente fue muy excitante.
Luego nos fuimos a la cama para estar todos más cómodos. Continuamos el intercambio de parejas y tuvimos sexo durante un largo rato en distintas posiciones. Cómo aún era temprano, sabíamos que nos quedaba mucho tiempo para seguir jugando… Así que decidimos detenernos y descansar.
Todos nos quedamos con poca ropa, así que en cualquier momento volveríamos a la acción. Seguíamos provocándonos.
Nuevamente partimos con un juego previo. Las dos chicas iniciaron realizándome un sexo oral de otro mundo. Incluso de los mejores que he recibido en el mundo swinger. Ambas tienen muy buena técnica para hacerlo. Verlas pasar su lengua por todo mi pene era increíble. Entre las dos pasaban su lengua por la punta y al mismo tiempo se besaban. También me masturbaban mientras yo colocaba mis manos sobre sus cabezas, hombros y algunas veces bajaba para agarrar sus senos.
Lo estaban haciendo tan rico que estaban por hacerme tener un orgasmo, pero aún no quería llegar. Quería tener sexo de nuevo con Alejandra. Tuve que pedirles que se detuvieran. No fue fácil porque los estaba disfrutando demasiado.
Acosté a Alejandra sobre el sofá y empecé a penetrarla. Estaba muy mojada y caliente. Gemía fuerte. Coloqué sus piernas sobre mis hombros y se lo hacía con fuerza… Sé que es una de sus posiciones favoritas y que podría llegar al orgasmo. En varias ocasiones introducía profundamente mi pene y no me movía, ella era quien movía sus caderas de arriba abajo y a los lados mientras yo agarraba fuertemente sus nalgas.
Alejandra me detuvo –"Quiero subirme". ¿Cómo decirle que no? Así podía jugar más cómodo con sus senos y besarla. Al mismo tiempo veía como Camila estaba sobre Christian, se notaban las ganas que se tenían también. De pronto escucho a Camila gemir muy fuerte, reconozco ese gemido, estaba teniendo un orgasmo.
Poco a poco bajamos el ritmo, hasta que Alejandra se colocó de rodillas y me quitó el condón. Noté que quería hacerme llegar realizandome sexo oral. Esto me gustó mucho. Me masturbaba mientras sacaba su lengua, se daba golpecitos con la cabeza de mi pene en la lengua. Era como si esperara que llenara su boca con mi semen, y aunque era algo que me encantaría, no era algo que hubiésemos conversado que podría hacer.
Estaba muy excitado, a punto de explotar. Ella no se detenía. Chupaba mis testículos mientras seguía masturbándome y se daba golpecitos con mi pene en sus senos. No aguanté más y le dije que iba a llegar. Ella siguió mastubandome mientras tenía un intenso orgasmo. Acabé mucho, tanto que hasta cayó sobre el sofá. Pero ella no paró de hacerlo hasta que no salió la última gota de semen. Se notaban sus ganas de complacerme.
Todos tomamos una ducha para luego cenar y continuar tomando unos tragos. Quedamos muy cansados así que decidimos irnos a dormir para no despertar muy tarde y poder aprovechar la mañana.
Despertamos algo cansados pero con ganas de volver a tener sexo con ellos antes de despedirnos. Tomamos una ducha, desayunamos y nos quedamos conversando sobre lo rico que la estábamos pasando.
Algunas veces es más difícil romper el hielo en la mañana, en un ambiente más relajado y sin alcohol. Pero quería dar el primer paso, no me podía quedar con las ganas.
Alejandra estaba sentada en un pequeño sofá y noté que había espacio suficiente para sentarme a su espalda y seducirla. Caminé hacia ella y le pregunté “¿Me das permiso? Ella pensó que tomaría un suéter que estaba en el respaldo del sofá. Pero se sorprendió cuando lo que hice fue sentarme detrás de ella. Camila y Christian rieron, se generó un pequeño silencio…
Podía sentir como Alejandra se intimidó, se quedó sin palabras y tenía una risa nerviosa. Empecé acariciando sus hombros y besando su cuello. Pensé "Qué rico huele su cabello". Pasaba lentamente mis manos sobre su pequeño vestido algo escotado y sentía como se erizaba su piel. Ella volteó su mirada y acercó sus labios para besarme.
Camila y Christian también empezaron a jugar entre ellos. Todos entramos rápidamente en calor. Nuevamente vamos a la habitación para estar más cómodos.
Realizamos un rico y excitante intercambio de pareja. Donde las chicas también se besaban y tocaban por todas partes del cuerpo. Poco a poco las chicas llegaron al orgasmo y luego los chicos también lo hicimos.
Quedamos exhaustos y nos acostamos los cuatro desnudos en la cama. Christian utilizó las nalgas de Camila como almohada y yo hice lo mismo con Alejandra. Estuvimos mucho rato así conversando sobre la vida y algunos temas swinger. Se podía sentir la complicidad entre los cuatro, ninguno sentía vergüenza por estar desnudos.
Aunque todos la estábamos pasando muy rico… Llegó el momento de despedirnos.
Este tipo de juntas son las que nos recuerdan el por qué estamos en el mundo swinger y cuánto disfrutamos estar con parejas así. Donde existe coqueteo, complicidad y el sexo es realmente increible.