Iniciando en el swinger

Todo inició en primavera del 2019. No conocíamos nada sobre este mundo y si alguna vez escuchamos sobre él, no lo consideramos relevante o quizás simplemente no llamó nuestra atención.

Era fin de semana y queríamos salir de la ciudad, por lo cual coordinamos con unos amigos que viven a un par de horas de Santiago. Nuestros planes eran pasar un fin de semana distinto. Con nuestros amigos tenemos muchos años de amistad y una gran confianza.

Conversando con ellos, nos cuentan que un amigo en común era swinger. Nos contaban que su pareja le comentó sobre este mundo y él estaba dudoso, pero lo probó y le gustó. Luego de esta conversación ninguno dijo algo negativo, todos estábamos sorprendidos.

Esa noche bailamos mucho, tomamos tequila y la pasábamos bien. Cuando nos dimos cuenta cada uno con su pareja empezó a besarse y algo de toqueteo. Hasta que quedamos desnudos y teniendo sexo una pareja al lado de la otra.

Fue una noche muy excitante, no intercambiamos parejas ni nada soft. Sólo fue tener sexo al lado de otra pareja. Pero esto nos gustó mucho y al día siguiente conversamos los 4 sobre la experiencia. A todos nos excitó sentir que nos veían, sentir esa libertad y no ser juzgados. Era algo que queríamos repetir.

En las siguientes juntas inventamos algunos juegos de retos, probamos besos de tres, bailes mucho más sensuales y ahora si interactuábamos con la otra pareja. Pero antes de esto conversamos los límites. Sin sexo oral ni penetración. Nos encantaban estos juegos y la pasábamos muy bien. Y no necesitábamos tener sexo con otra persona para disfrutar.

Luego de unas 4 o 5 juntas más, por razones ajenas al tema dejamos de compartir este lado swinger con ellos. Aún seguimos siendo muy buenos amigos e incluso puedo decir que somos más cercanos y tenemos más confianza.

Estas experiencias generaron mucho fuego en mi relación con Camila, estábamos muy calientes y teníamos sexo constantemente. Lo que no sabíamos, era que esto apenas era el inicio de una gran aventura en la que jamás pensamos que estaríamos.

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