En el swinger es muy común escuchar un acuerdo de pareja que dice algo como “Siempre debemos estar juntos”. Donde es necesario interactuar o tener relaciones con otra pareja en la misma habitación.
Este acuerdo también lo tenemos nosotros, sin embargo, un día con una pareja se dieron las condiciones para que este acuerdo quedara sin efecto. Primero, sentimos confianza con la otra pareja y segundo, ambos nos sentimos cómodos.
Todo ocurrió una noche cuando una pareja nos visitó a nuestro departamento, ya los conocíamos desde hace algunos meses y habíamos realizado intercambio. Iniciamos como de costumbre, en el living escuchando música, luces bajas, unos ricos tragos y empezamos a coquetear con la otra pareja. Teníamos muchas ganas de compartir con ellos y tener una sesión de sexo intenso.
Estábamos los cuatro sentados en el sofá y rompí el hielo besando el cuello de la chica. Inmediatamente se puso roja, colocó su mano sobre mi pierna y empezó a tocarme con muchas ganas. Se subió sobre mis piernas y empezamos a besarnos. Mis manos pasaban por sus piernas y nalgas… Cuando toqué su espalda me di cuenta de que no tenía sostén, esto me excitó mucho, es algo que me encanta. Tocaba su cuello y su cara mientras nos besábamos.
Camila también se subió sobre el chico y empezaron a besarse. Podía sentir como Camila me miraba con cara de chica mala, con mucho placer de estar sobre él y verme con la chica.
La chica empieza a bajar mi pantalón, ya tenía una erección difícil de ocultar. Se colocó de rodillas y me realizó sexo oral. Al mismo tiempo Camila y el chico se colocan en la misma posición a nuestro lado. Tener esa vista de las dos chicas realizando sexo oral es algo muy excitante para mí, y más siendo ambas tan sexys.
Luego de algunos minutos, Camila se levanta del sofá y dice que vayamos a nuestra habitación. Todos decimos “De acuerdo”, primero caminan Camila y el chico, mientras la chica y yo vamos detrás de ellos. Pero justo antes de entrar a la habitación la chica sin decir nada me frena tímidamente y mira la habitación de al lado. Le pregunté ¿Estás bien? ¿Quieres ir a la otra habitación sólo conmigo? Me responde “Sí”. Sin pensarlo le respondí que yo también quería.
Una parte de mí quería compartir sólo con una chica, a pesar de que me encanta tener sexo con otra persona junto a Camila, tenía la intriga de compartir un momento con otra chica donde la atención esté solo entre los dos. Aunque pensé que alguno se podía sentir incómodo por esta propuesta.
Entramos a la habitación y la acosté sobre la cama, empezamos a besarnos con mucha intensidad y mis manos pasaban por todo su cuerpo. Le dije que quería hacerle sexo oral, sé que le encanta y quería complacerla. Gemía muy fuerte y colocaba sus manos sobre mi cabeza. Luego de algunos minutos me detiene, con ambas manos toma mi pene y lo coloca dentro de su boca. Lo hacía muy rico, lo metía casi todo mientras movía la lengua. Ella tiene una cara muy tierna, pero en ese momento se convierte en otra persona y su mirada me vuelve loco.
Podíamos escuchar como Camila y el chico también la estaban pasando muy bien. Escuchábamos sus gemidos y esos golpes de que lo estaban haciendo con mucha intensidad. En algunas ocasiones vimos cómo se acercaron a la habitación donde estábamos nosotros, y desde la puerta sin decir nada, sólo miraban cómo disfrutábamos.
Estuvimos mucho tiempo teniendo sexo, en distintas posiciones… ella sobre mí, en cuatro, yo sobre ella. Todas las posiciones muy excitantes donde podía disfrutar distintas vistas de su cuerpo.
Ambos llegamos al orgasmo y luego de unos minutos cada uno se fue a la ducha. Nos juntamos de nuevo en el living los cuatro y aunque no comentamos nada sobre la experiencia de estar en habitaciones separadas. Podíamos sentir una buena energía.
Resultó ser algo que nos gustó a los cuatro. Tanto así, que los siguientes días prácticamente tuvimos sexo en habitaciones separadas con esta pareja. Creo que es algo que puede ocurrir siempre y cuando todos estemos cómodos para hacerlo de esta forma.
Para mí fue un momento que disfruté y que me permitió tener toda la atención de la chica.
¿Y ustedes lo harían?