Un día coordinamos una junta con dos parejas. El plan era ir primero a un bar por unos tragos y luego irnos a un club swinger. En nuestro caso ya conocíamos a las dos parejas, pero entre ellos no se conocían.
En la previa la pasamos muy bien, pedimos algo para picar y tomamos varios tragos. Recuerdo ver a Camila coqueteando con uno de los chicos… se miraban y reían, se notaba la complicidad en ellos. Como siempre conversamos un poco sobre los temas swinger. Luego de un rato decidimos partir al club. Pedimos un Uber XL para poder irnos todos juntos. Llegó el Uber y nos subimos. El chofer preguntó para donde íbamos, todos reímos y nos limitamos a confirmar la calle y número.
Camila y yo nos sentamos en los últimos asientos junto a una de las chicas, quien se sentó en medio de nosotros. El trayecto era de unos 15 minutos aproximadamente. Pasaron unos minutos y los tres empezamos a coquetear… nuestras manos se pusieron traviesas. Recuerdo tocar las piernas de la chica mientras ella me miraba y sonreía. Poco a poco nos acercamos y empezamos a besarnos intensamente… que ricos besos.
Antes de continuar, debo reconocer que me gusta hacer este tipo de cosas en lugares públicos, donde exista el riesgo de que alguien nos pueda ver. Pero dentro de mis fantasías no consideraba estar en un Uber con dos parejas más y hacer estas cosas.
Volviendo al relato, mientras los tres nos besábamos, los demás que estaban sentados adelante se volteaban y preguntaban “¿Qué está ocurriendo atrás?” Nosotros nos reíamos y decíamos que nada. Puedo imaginar también que el chofer podía ver a través del retrovisor lo que estaba ocurriendo.
Camila comenzó a besarse con la chica, y yo aprovechaba de tocar sus senos… Metí mis manos bajo su blusa y pude sentir que no tenía sostén, más me excitaba, así que levanté un poco su blusa para besar sus ricos senos. Mis manos pasaban con fuerza sobre sus piernas, sus hombros. Sentía como su cuerpo se llenaba de placer.
Los chicos seguían preguntando qué estaba ocurriendo. Creo querían estar en nuestro lugar, pero ellos no hicieron nada.
La chica también besaba los senos de Camila mientras me tocaba sobre mi pantalón, obviamente estaba muy excitado y lo estaba haciendo muy rico. Yo seguía tocando su entrepierna, sus senos y al mismo tiempo besaba su cuello… aún puedo recordar su rico olor.
Estábamos muy calientes. Lamentablemente el trayecto se hizo corto y llegamos al lugar. Rápidamente acomodamos nuestra ropa para poder bajarnos del auto. Intenté acomodar mi pantalón para disimular mi erección. Los tres nos miramos y nos reíamos, luego entramos al club.
Una rica experiencia que se dio de forma espontánea. Difícil de olvidar.
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